MANEJO Y RESULTADOS
Tras el proceso diagnóstico, llegamos a la conclusión de que se trata de un absceso mamario. En este caso está indicado realizar un drenaje percutáneo y establecer tratamiento antibiótico.


Proceso de extracción del contenido abscesificado guiado con ecografía.
Tras la intervención, se extrae un líquido purulento que se remite a Anatomía Patológica y Microbiología. De las muestras crece un S. aureus, estableciendo el agente etiológico de la lesión.
Con el tratamiento antibiótico una vez establecido y la extracción del material, los síntomas de la paciente remiten y evoluciona satisfactoriamente.
COMENTARIOS
- En este caso la prueba de elección es la mamografía bilateral y de doble proyección que usa rayos X a baja potencia. Es la prueba más precisa para detectar cáncer de mama, entre un 90-95% de cánceres de mama son detectados. Además, es una prueba de fácil realización y que sólo conlleva unos 30 minutos de realización. Es de vital importancia realizar ambas proyecciones (craneocaudal y mediolateral oblicua incluyendo axila).
- Para interpretar mamografías y localizar lesiones es muy importante conocer la anatomía de la mama y como se distribuye en cuadrantes. Se divide en el cuadrante externo (superior en craneocaudal) y en el interno (inferior en craneocaudal), separados por la línea intercuadrántica.
Por otra parte, las mamas pueden tener distintos patrones de densidad desde la A a la D, en función de la proporción entre tejido glandular y tejido graso que presenten. El tejido graso se va a observar de color oscuro en la mamografía mientras que el tejido compuesto por las glándulas y conductos lactíferos va a presentar una densidad mayor en la imagen y un color blanquecino. Destacar que en las mamas con mayores densidades (tipo C,D) puede ser más complicado el diagnóstico de procesos neoplásicos, ya que pueden ser encubiertos, aunque aun así la mamografía es la técnica más útil para su diagnóstico.

3. La siguiente prueba de elección tras la realización de la mamografía es la ecografía. Esta técnica es totalmente inocua, accesible y barata (aunque necesita personal especializado) y nos puede aportar mucha información muy útil para establecer un diagnóstico.
4. En la ecografía se puede observar un material heterogéneo, con zonas más hiperecogénicas y otras más hipoecogénicas (zonas sólidas y zonas líquidas) así como un refuerzo acústico posterior.
5. Tras los datos obtenidos en las pruebas diagnósticas y la historia clínica de la paciente, llegamos al diagnóstico: absceso mamario. Esta lesión es característica de mujeres lactantes, en las que se da una infección al penetrar microorganismos a través de pequeñas fisuras o grietas (secundarias a mala postura del lactante o una mala toma de pecho). También pueden ser causadas por estasis de la leche que provoque fenómenos inflamatorios que se pueden sobreinfectar. Un absceso puede evolucionar a una inflamación generalizada del seno llamada mastitis.
