Justificación: En la imagen se puede observar un nódulo de gran tamaño (3,5 x 3,5 cm) cuyo aspecto en el estudio ecográfico es heterogéneo, encontrando un centro de naturaleza isoecoica rodeado de un área hipoecoica. Además, encontramos los bordes de la lesión mal definidos. Tanto el tamaño como la heterogeneicidad de la lesión, son sugestivos de malignidad.
Diagnóstico final: Carcinoma ductal infiltrante de mama
DISCUSIÓN:
Nos encontramos ante un caso en el que no ha habido ningún tipo cribado ni de detección precoz. Los programas de cribado del cáncer de mama muestran grandes resultados en pacientes entre los 50 y los 65 años, siendo claramente peores los obtenidos en pacientes más jóvenes.
Acerca de los factores de riesgo para desarrollar el cáncer de mama, éste comienza a ser notable entre los 40 y los 50 años, aumentando progresivamente el riesgo de padecerlo con la edad.
En los programas de cribado de cáncer de mama, y ante lesiones palpables en la mama, la mamografía es el método de imagen básico e imprescindible en el diagnóstico de la patología mamaria. Esto es debido en gran parte a su gran sensibilidad, y aún mayor especificidad. Se trata de la técnica de imagen de elección ante estos casos, basándonos en la evidencia científica.
La sensibilidad de esta prueba ante la detección de lesiones malignas, se ve reducida si hay una gran densidad mamaria. Por el contrario, cuanto más edad tenga la paciente, este problema se ve reducido, puesto que con la edad el patrón mamario es cada vez más graso. En nuestro caso, la mamografía está altamente indicada debido a las características de nuestra paciente: tanto por la lesión palpable como por su edad, es la técnica ideal.
La sensibilidad de la mamografía para la detección de alteraciones en el parénquima mamario, es muy alta, sin embargo otras pruebas como la RMN, tienen mayor sensibilidad. A pesar de ello, si tras la mamografía se realiza una prueba de ecografía como prueba complementaria, la sensibilidad de estas dos pruebas en conjunto, asciende hasta prácticamente el 100%. Por tanto, nos encontramos ante dos pruebas que combinadas, son enormemente sensibles. En nuestra paciente gracias a estas dos técnicas combinadas pudimos detectar un nódulo en con signos de malignidad (BIRADS 4C).
Otras técnicas disponibles, como es el caso de la RMN, cuya sensibilidad individual es mayor que la mamografía por sí sola, pero tienen ciertos inconvenientes: elevado coste económico (supera el de la mamografía y la ecografía juntas), baja especificidad para distinguir entre lesiones benignas y malignas (alta tasa de falsos positivos), uso de contraste, etc. lo que hace que no sea la técnica más indicada para nuestra paciente.
Con los hallazgos radiológicos encontrados en nuestro caso, es altamente probable que nos encontremos ante una lesión de naturaleza maligna (BIRADS 4C). Su naturaleza biológica e identidad anatomo-clínica han de ser certificadas con otros estudios como la BAG (biopsia con aguja gruesa).