6. DIAGNÓSTICO FINAL
DIAGNÓSTICO FINAL: Cáncer de mama in situ.
Discusión
Diagnóstico del cáncer de mama. Clasificación de nódulos y calcificaciones mamarias.
El diagnóstico de un cáncer de mama se realiza mediante exploración física de la mama, con técnicas de imagen como la mamografía, la ecografía mamaria convencional o resonancia magnética y mediante la biopsia del tejido potencialmente maligno. Al ser el cáncer más prevalente en mujeres, desde 1990 en España se lleva a cabo el programa de cribado poblacional en mujeres de entre 50 y 69 años. Este programa mediante una mamografía bienal permite detectar nódulos mamarios en mujeres sin sintomatología previa; no obstante, en hasta el 10?% de los casos evaluados, la mamografía no permite determinar si el nódulo mamario identificado es benigno o maligno. En estos casos, está indicada la realización de una ecografía mamaria para filiar la lesión.
Un nódulo mamario puede ser sólido o quístico. Para los nódulos sólidos, según la clasificación de BI-RADS, se deben tener en cuenta las siguientes variables: forma, orientación, márgenes, ecogenicidad y características posteriores (refuerzo o sombra). La clasificación de un nódulo mamario puede dar lugar a tres diagnósticos distintos: hallazgos negativos o benignos (categorías BI-RADS 1, 2 o 3), hallazgos sospechosos o malignos (categorías BI-RADS 4, 5 y 6) o hallazgos no interpretables (categoría BI-RADS 0).
En cuanto a las calcificaciones, hay dos tipos diferentes: microcalcificaciones y macro calcificaciones. Las macro calcificaciones son grandes y gruesas, en su mayoría benignas y asociadas con la edad. Las microcalcificaciones aparecen como pequeños puntos blancos y pueden ser signos tempranos de cáncer, con o sin una masa visible. Algunas tienen características anómalas que las hacen sospechosas y motivo de investigación, por ejemplo
- tienen menos de 0.5 mm de diámetro.
- ocurren en grupos en un área específica del seno.
- difieren en tamaño y forma.
Conclusión
Las técnicas radiológicas, como la mamografía, la ecografía y la resonancia magnética, son herramientas esenciales para la detección temprana del cáncer de mama, permitiendo identificar lesiones en sus fases iniciales. Su uso reduce la mortalidad al facilitar diagnósticos precisos. En conclusión, la radiología es clave en la lucha contra el cáncer de mama, mejorando el pronóstico y la calidad de vida de las pacientes.