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Caso 03

     
 

Autor:

 

Olga Valero Neyra

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

6. DIAGNÓSTICO FINAL

DIAGNÓSTICO FINAL:

Ictus isquémico en territorio de la arteria cerebral media derecha.

DISCUSIÓN:

El ictus isquémico, que representa aproximadamente el 80% de los casos de ictus, se produce por la obstrucción de una arteria cerebral, lo que provoca una disminución del flujo sanguíneo y, consecuentemente, daño neuronal. En España, el ictus es una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en adultos, siendo más frecuente en personas mayores de 70 años. Concretamente el ictus es la segunda causa de muerte en España (la primera en mujeres), la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia.

Cada año 110.000-120.000 personas sufren un ictus en España, de los cuales un 50% quedan con secuelas discapacitantes o fallecen.Los factores de riesgo incluyen hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipemia, tabaquismo y fibrilación auricular.

Código Ictus: Secuencia y Tipo de Pruebas

Se denomina «código ictus» al procedimiento creado para identificar precozmente los signos y síntomas de un ictus isquémico y trasladar al paciente a un centro sanitario de referencia donde se selecciona aquel paciente que pueda beneficiarse de una terapia de reperfusión y cuidados especiales en una Unidad de Ictus. No debe enviarse al paciente al centro médico más cercano, sino al centro médico de referencia más cercano. En caso de grandes distancias se puede practicar tratamiento con telerradiología descartando sangrado e iniciando terapia por vía intravenosa. La secuencia de actuación incluye:

1.Evaluación clínica rápida. Identificación de signos y síntomas neurológicos focales de inicio súbito.

2.Pruebas de imagen iniciales. Es imprescindible descartar un ictus hemorrágico, confirmar y localizar las oclusiones arteriales de cara al tratamiento intraarterial, y evaluar la viabilidad del tejido isquémico afectado. Para ello se emplea el estudio radiológico multimodal que consta de una serie convencional sin contraste, una serie angiográfica y una serie de perfusión. Estos estudios pueden practicarse indistintamente con TC o RM.

– TC de Cráneo sin Contraste: Es la prueba de elección inicial para descartar hemorragia intracraneal, puesto que permite descartar sangrado, delimitar el infarto establecido y descartar lesiones que puedan semejarse a un ictus. Además, aunque la RM es más sensible, se ha demostrado que la TC tiene una sensibilidad suficiente para detectar el ictus y, además, tiene una mayor disponibilidad, lo que hace que sea esta la prueba de elección. Ambas técnicas tienen una sensibilidad y una especificidad muy altas (> 90%) para detectar sangrado y presentan en las guías clínicas un grado de recomendación A y nivel de evidencia I.

– Angio-TC: Permite evaluar la vasculatura cerebral y detectar oclusiones arteriales.

– TC de Perfusión: Ayuda a valorar la viabilidad del tejido cerebral y a identificar áreas de penumbra isquémica que podrían beneficiarse de terapias de reperfusión, estas áreas de penumbra isquémica son las que pueden salvarse.

Angio-TC y TC de Perfusión – Usos:

Angio-TC: Se utiliza para visualizar la anatomía de los vasos cerebrales y detectar estenosis u oclusiones arteriales. Es esencial para planificar intervenciones como la trombectomía mecánica intraarterial. Esta exploración confirma la presencia o ausencia de una oclusión arterial, el nivel de la obstrucción, la extensión del trombo, el estado del árbol vascular y el grado de oclusión arterial.

TC de Perfusión: Evalúa el flujo sanguíneo cerebral, permitiendo diferenciar entre tejido cerebral irreversiblemente dañado y áreas en riesgo pero potencialmente recuperables. Esta información es crucial para decidir sobre la administración de terapias de reperfusión. Sus dos aplicaciones principales son por tanto: detección de necrosis isquémica y detección de áreas de penumbra isquémica.

Tratamiento: fibrinolisis IV y Trombectomía intraarterial (TIA)

Fibrinolisis intravenosa: Consiste en la administración de un agente fibrinolítico (como alteplasa) para disolver el trombo. Está indicada en las primeras 4.5 horas desde el inicio de los síntomas, siempre que no existan contraindicaciones puesto que tiene riesgo de hemorragia intracraneal o sistémica. En casos seleccionados, se puede ampliar su uso más allá de las 4.5 horas.

Trombectomía intraarterial: Procedimiento endovascular que busca la extracción mecánica del trombo. Está indicada en pacientes con oclusión de grandes vasos, especialmente en la circulación anterior, y puede realizarse hasta 24 horas después del inicio de los síntomas en casos seleccionados. Es más eficaz en obstrucciones proximales y grandes trombos, y presenta menos complicaciones hemorrágicas.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

1.

Grau García M, Pérez Bea M, Angulo Saiz A, Díez Fontaneda V, Cintora Leon E. Actualización del código ictus en urgencias. Radiologia [Internet]. 2023;65:S3–10. Disponible en: https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0033833822002508

2.

American Stroke Association. Stroke Risk Factors You Can Control, Treat and Improve [Internetl. www.strokeassociation.org2018[citado el 2 de marzo de 2025] Disponible en: https://www.strokeassociation.org/en/about-stroke/stroke-risk-factors/stroke-risk-factors-you-can-control-treat-and-improve

3.

Sociedad española de neurología. El atlas del ictus isquémico. Sen.es. [citado el 2 de marzo de 2025]. Disponible en: https://www.sen.es/images/2020/atlas/Atlas_del_Ictus_de_Espana_version_web.pdf

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