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Caso 51

     
 

Autor:

 

Rebeca Clemente Pardo

 

 

DIAGNÓSTICO FINAL

DIAGNÓSTICO FINAL: Tumor de células germinales del testículo con metástasis hepática.

DISCUSIÓN Ante la presencia de una masa testicular, la primera prueba de imagen que debe realizarse es la ecografía escrotal. Esta técnica es la prueba de elección por múltiples razones. En primer lugar, es una herramienta ampliamente disponible, rápida, no invasiva y sin exposición a radiación ionizante, lo que la hace especialmente adecuada para pacientes jóvenes o para estudios repetidos. Además, tiene una excelente resolución espacial para estructuras superficiales como el testículo, permitiendo diferenciar con claridad entre lesiones intra y extratesticulares, así como entre componentes sólidos y quísticos. También permite valorar la vascularización de las lesiones mediante el uso de Doppler color, lo cual es útil en la caracterización de masas sospechosas.

La resonancia magnética, aunque ofrece buena resolución y caracterización tisular, no se utiliza como estudio inicial debido a su menor disponibilidad, mayor coste, y a que no aporta ventajas diagnósticas significativas frente a la ecografía en este contexto. Por otro lado, la tomografía computarizada tampoco es la técnica más adecuada para la valoración directa del testículo, ya que no tiene la misma sensibilidad en tejidos blandos superficiales y supone una exposición innecesaria a radiación. En cambio, la TC sí es útil como estudio complementario para evaluar la diseminación de enfermedad una vez identificada una masa testicular sospechosa.

En este caso, la ecografía mostró múltiples lesiones hipoecogénicas en el testículo derecho, un hallazgo altamente sugestivo de un tumor de células germinales, que son los tumores malignos más frecuentes en los testículos. Este tipo de tumores se clasifica en seminomas y no seminomas, y puede afectar a varones desde la adolescencia hasta la adultez, aunque el pico de incidencia se sitúa entre los 15 y 35 años. Sin embargo, también pueden aparecer en edades más avanzadas, como en el paciente descrito.

Tras el hallazgo ecográfico, se realizó una tomografía computarizada abdominopélvica sin contraste intravenoso para evaluar la posible diseminación a distancia. Aunque el uso de contraste facilita una mejor caracterización de las lesiones hepáticas, un TC sin contraste puede permitir la identificación de lesiones hipodensas, especialmente si son de tamaño considerable. En este paciente se identificó una lesión hipodensa en el lóbulo hepático izquierdo, compatible con metástasis hepática en el contexto clínico de un tumor testicular. Las metástasis hepáticas, aunque no son la localización más habitual, pueden observarse en fases avanzadas de la enfermedad, especialmente en tumores no seminomatosos.

El diagnóstico diferencial incluía otras neoplasias como el adenocarcinoma de próstata con metástasis hepáticas o incluso un tumor pancreático. Sin embargo, el hallazgo inicial de una masa testicular, junto con la edad del paciente y la distribución de las lesiones, orientaba firmemente hacia un tumor testicular de células germinales con afectación secundaria hepática. Además, la ausencia de clínica urinaria o digestiva hacía menos probables otras etiologías.

La combinación de los hallazgos clínicos, ecográficos y tomográficos, junto con la determinación de marcadores tumorales como la alfa-fetoproteína, la beta-hCG y la LDH, es clave para establecer el diagnóstico y planificar el tratamiento. En muchos casos, ante una sospecha elevada, el tratamiento puede iniciarse incluso antes de contar con una confirmación histológica completa, especialmente si la enfermedad es avanzada y requiere quimioterapia sistémica.

En conclusión, este caso pone de manifiesto la utilidad de la ecografía como herramienta fundamental en la evaluación inicial de masas testiculares, y la importancia de los estudios de imagen complementarios en la estadificación del proceso tumoral, incluso en ausencia de contraste intravenoso. Un enfoque diagnóstico sistemático permite actuar con rapidez y precisión, lo que es esencial en patologías potencialmente curables como los tumores testiculares.

 

 

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